Un navarro para la zaga

El primer fichaje del Real Murcia apareció en el mundo grana. Llegó con el ansia desmedida de una afición que imploraba avances, informaciones, noticias, en definitiva, alimento para su pasión. Lo hizo pasada la media tarde con más pretensiones que realidades ante los nervios de quien no había llegado aún a acariciar el rumor. Porque Antxón Jaso (Aoiz, Navarra, 23-9-1997) ha colmado de expectativas iniciales a una marea grana que suplicaba el regalo de la novedad.

El navarro, al que algunos asocian a un fondo de armario tan necesario como funcional, necesita poco para sostener los enunciados que busca Asier Goiria en su batalla; intensidad, buen pie, físico y a funcionar. Su bagaje le lleva a haber sudado camisetas históricas pese a su corta edad. Formado en Mutilva, a las afueras de Pamplona, su llegada a Burgos con poco más de veinte años fue un bautizo de presión para un imberbe central que ya mostró hechuras para cimentar su carrera. En Amorebieta miraron a tierras castellanas para seguir, un año más tarde, su progresión con más partidos en la mochila a un nivel de desgaste que le hizo ganar consistencia. Se fijó entonces el Athletic para tenerle en sus filas dos campañas en compañía de un plantel donde la mayor parte de compañeros han acariciado la máxima categoría. Un año después, tras media temporada en el Real Unión, vuelta al equipo donde Asier Goiria seguía en la DD, la SD Amorebieta. Su periplo continuó a orillas del Mediterráneo, donde, tras media campaña en el Othellos chipiotra, regresó en el pasado mercado invernal a tierras vascas para ser clave en la recuperación del Sestao y alcanzar la permanencia.

Semejante historia de vida en el césped -acumula más de un centenar de partidos en la tercera categoría del fútbol nacional- le hace llegar a Murcia para, en principio, pelear por no ser parte de ese banquillo de la zaga sabiendo que el equipo grana todavía guarda en la recámara una ficha para un central de envergadura.

Ángel García.

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