Alberto González, Gazzaniga, Flakus, Etxeberria, Felipe Moreno… Han sido muchas las figuras granas que se han mostrado autocríticas en una semana en la que el Real Murcia necesita, de una vez por todas, revertir el pésimo inicio de temporada.

6 puntos en 7 jornadas han encendido todas las alarmas en un club que estaba llamado a, por lo menos, estar arriba desde la primera jornada de competición. Y, lejos de todo ello, afronta la octava fecha en puestos de descenso.

Las palabras de los protagonistas que han pasado por los micros a lo largo de la semana, eso sí, han evidenciado que no es solo la afición la que está sufriendo con los resultados (1 victoria en 7 partidos). Se han visto desde mensajes autoexigentes, hasta motivacionales.

Pero lo que desde luego no se ha escuchado es la exigencia de apoyo a una afición que, una vez más, vuelve a demostrar que es una de las más grandes de España. Porque, lejos de mostrarse indignada buscando la confrontación, se ha propuesto luchar por su equipo a base de intentar levantar el ánimo de los suyos.

Conscientes de que todavía queda mucho camino por delante, y que el domingo el Murcia recibe a todo un Ibiza, el murcianismo se ha propuesto intentar aportar su granito de arena con el fin de que se vea reflejado sobre el terreno de juego. Porque las aficiones también juegan un papel fundamental, y así será el domingo. Desde luego.

Etxeberria, que afronta algo parecido a un ‘matchball’ en la Nueva Condomina, podrá volver a contar con Saveljich, pero no dispondrá de Jaso, Schalk, Zeka y el sancionado Sekou. La enfermería del Murcia, por fin, parece que se va vaciando.

Para conseguir la victoria el conjunto grana deberá doblegar a un Ibiza cuya dinámica es, también, paupérrima. Los de Paco Jémez, lejos de mostrar el fútbol al que jugaron en el tramo final de la pasada campaña, están mostrando grandes carencias en todas las parcelas del campo.

Suman la friolera de 7 goles en contra y 0 a favor en los últimos tres partidos disputados. En todos ellos le han hecho más de un gol y no consiguen ganar desde el 6 de septiembre, en misma jornada que el Real Murcia (J2).

El Ibiza, igual que le está pasando al Murcia, está muy lejos del fútbol que pretende proponer. La idea de Jémez, ya conocida, pasa por ser un equipo al que le gusta llevar el peso del partido, controlar y marcar los tiempos del juego y, además, dominar de manera ordenada.

Pero, lejos de todo ello, se trata del conjunto que más goles en contra acumula junto al colista (11), y apenas ha sumado un gol más que el Real Murcia (6GF). El equipo ibicenco está sumido en una crisis de resultados y sensaciones que no parece haber tocado fondo.

El Ibiza de Jémez se ha mostrado durante los últimos encuentros como un equipo débil y frágil a nivel defensivo, y muy poco eficaz en ataque. Como el Murcia, sufre mucho en ambas áreas y no consigue dar ese paso adelante en su juego. El balón parado, igual que un juego vertical y sorpresivo, serán las principales bazas para que el Real Murcia pueda encontrar su segunda victoria.

Mientras los rumores del despido de Paco Jémez cobran fuerza, su equipo buscará levantar el vuelo en una Nueva Condomina que se le ha dado bien en su última visita (1-2). Duelo de gigantes dormidos que buscarán despertar, de la forma que sea, para no seguir cayendo.

Avo Miralles

@avomirallesf