Hoy juega el Murcia. Recibimos al Alcoyano, un clásico siempre bienvenido, en una noche del primer día de febrero que en principio debería ser fría. El sinsentido de los horarios de esta categoría puede que supere el disparate de los del fútbol profesional. Allí se prima que millones de chinos quieran desayunar viendo un Getafe-Sevilla, o que un viernes quieran comer con un Leganés-Rayo. Aquí, que dos o tres chalados de Antequera prefieran ver al Murcia que el Espanyol-Madrid. En uno y otro caso, se olvida para fijar el horario al que debería mandar: al hincha del Getafe, del Leganés o del Murcia; más todos aquellos que quieren viajar con su equipo. Un sinsentido.
Arranca febrero y llega el Alcoyano, en mitad del macizo central de esta Primera Federación que en nada afrontará su recta final. Tras un mes de enero de partidos sobre el papel complicados (campo del líder, típico derbi en casa que perdemos y típico derbi que perdemos fuera), el calendario parecería suavizarse, que dirían los que creen en esas cosas. Los que de verdad piensan, en pleno 2025, que en fútbol hay partidos de fútbol más sencillos que otros. Que en fútbol hay algún partido sencillo.
En realidad, así sólo pueden pensar los que miran más las clasificaciones que los partidos. En fútbol (masculino, al menos) no hay partido cómodo en ninguna categoría y ningún país. Pero en concreto, en esta Primera Federación nuestra, la cosa adquiere una dimensión que va más allá. En pleno macizo central, a pocos partidos de encarar el último tercio, sólo hay tres equipos que, salvo catástrofe o milagro, tienen más o menos claro por lo que lucharán. Los otros 17 no saben qué son tras 22 partidos. Pueden pelear por ascender. Pero pueden descender sin ningún problema, y fácilmente. 17 equipos, ojo.
¿Cómo podemos dar por sentado que jugar contra el 15 es más cómodo que jugar contra el quinto, cuando en este mismo mes el cuarto puede ser el 14 y el 18 puede ser sexto? ¿Cómo podemos dar por sentado que uno es mejor que otro cuando su puesto en la clasificación puede que sólo esté determinado por el despiste en una marca de un córner y un fuera de juego mal pitado?
De los últimos 50 partidos de este grupo, sólo en cinco se ha ganado por una diferencia de más de un gol. Es un dato que lo dice todo. Por mucho que nos guste etiquetar, categorizar entre buenos y malos, aquí no hay mejores ni peores. Sólo hay orden, concentración, córneres cerrados en una noche oscura, algún mal despeje, un par de genialidades de vez en cuando y un balón que se envenena de pronto, sin venir a cuento, en un deporte cada vez más físico y táctico que tiende al equilibrio absoluto.
Así que hoy viene un Alcoyano peligrosísimo, que nos complicará la vida como el que más. Como todos. Afortunadamente, este Murcia parece saberlo, y continúa trabajando con seriedad, sin sobresaltos, con la humildad necesaria para valorar la importancia que tiene cada punto en esta carrera de fondo. Afortunadamente, afrontamos el macizo central con las sensaciones casi a la altura de las ilusiones. Afortunadamente, hoy juega el Murcia.
Oliva
@beandtuit
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