MARBELLA FC-1-4- REAL MURCIA

Marbella FC: Eric Puerto, Marcos Olguín, Bernardo, Moussa, Fornés (Fermín, 39), Marcos Peña (Pere Marco, 46), Ryan Edwards, Soto (Duarte, 46), Pablo Muñoz (Ohemeng, 46), Zequi (Dorian, 74) y Callejón. Suplentes: Dani Martín (ps), carrasco, Aitor Puñal, Jorge y Álex López.

Real Murcia CF: Gazzaniga, Mier (David Vicente 46), Savelljich, Alberto González, Ian Forns, Loren Burón (Raúl Alcaina, 78), Palmberg, Jorge Yriarte (Boateng, 33), Pedro León (Pedro Benito, 63), JC Real y Flakus (Davo, 79).

Goles: 0-1 (min. 42): Palmberg; 0-2 (min. 45+2); Bernado, en propia puerta; 1-2 (min. 60): Pere Marco; 1-3 (min. 69): Flakus; 1-4 (min. 88): Pedro Benito.

Árbitro:  Montes García-Navas (colegio madrileño). Amarillas para los locales Olguín (28´), Marcos Peña (45´), Duarte (67´) y Moussa (85´). Por los granas Saveljich (45´) e Ian Forns (59´).

Incidencias: Banús Football Center. Poco más de un millar de espectadores con nutrida presencia murciana en las gradas.

Comentario: Vale, ganamos. Y nos dejamos los nudillos en la mesa. E hicimos ruido por el golpe. Y nos recreamos con el balón. Y no sufrimos sin él. Y nos gustamos. Y volvimos a mirarnos al espejo al final, tras la victoria, como hicimos en el descanso, peinándonos la raya al medio, estirando la ropa para esconder las arrugas, acariciándonos el rostro como el adolescente que se relame ante su primera cita.

Ganamos, sí, pero lo mejor no fue ganar, fue el método, zurcido con desgaste, sacrificio y goles. Ganar, sumar de tres, esconder al rival, jugarle al pilla-pilla y soltarle cuando le has indultado, como quien perdona al zahorí en el desierto. El Marbella pudo ser rival, pero no llegó a la r de su primera letra. Fue una sombra, un misterio, un fenómeno inexplicable de quien maneja pasta pero sale a la terraza y lanza los billetes para verlos volar. Tiene ese equipo más ínfulas que fútbol, más nombre que competición. Un equipo mal configurado, con lagunas en el césped arrastradas desde los despachos deportivos, un equipo que practica funambulismo sin mirar al vacío.

Pero no hay que restar méritos al Murcia, no, no lo hagan. Ganar a domicilio nunca es sencillo, aunque el marcador magnifique una mañana vestida para vencer. Fran Fernández, el impostor para algunos, el gurú para otros, el mejor entrenador posible a estas alturas de la campaña para mí, mostró su vena docente sustituyendo la pluma por la picaza, el arte por la batalla, el balón por el espacio. Poco más necesitó cuando el partido fue llano, plano, a pedir de boca sin picoesquinas que perjudicaran sus transiciones. Y así fue. A cualquier crónica podríamos ponerle su punto y final. ¿Sigo?

Vale, ganamos. Y nos dejamos el alma para recortar centímetros al catalejo desde el que mirábamos al Antequera. Y vimos el fondo ofensivo de un armario grana en el que todos firmaron su asistencia; Flakus bregando, Pedro Benito mostrando humildad para exprimir minutos y sellar su sexto gol de la temporada, Alcaina para cansar al rival y esconderle aún más en la madriguera.

Ahora, hablaré del partido porque parece que no lo he hecho. ¿Qué cuento? Digo que son tres puntos, digo que hay que pensar en el siguiente partido, digo que es una más y que el camino es largo, digo… ¡que no, joder! ¡Que ganar así es una victoria mayúscula! ¡Que meter cuatro a domicilio no es fácil! Pero bueno, siempre existirán los que viven en el desengaño, los que no verán la forma, solo el fondo, los que soñarán entre ruinas pesimistas y la pobreza de la ilusión por horas, como quien pone en su báscula emocional pesares para no disfrutar. Pues eso, que vengan más, en fila, para criticar, para no ver el final del viaje, para evaluar a mitad el proceso. Que vengan, que lo hagan, pero que nos dejen a otros disfrutar.

Vale, ganamos, porque lo hicimos ¿no?

Ángel García

@__AngelGarcia__

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