REAL MURCIA-3-1-AD ALCORCÓN

REAL MURCIA: Gazzaniga, Mier, Alberto González, Antxón Jaso (Saveljich, 81), Cadete, Moha, Yriarte, Pedro León (Toral, 63), David Vicente (Larrea, 81), Juan Carlos Real (Palmberg, 75) y Carrillo (Cadorini, 75). Suplentes: Íker Piedra (ps), Rpjas, Ben Knight y Andrés López.

AD ALCORCÓN: Gaizka Ayesa, Juan Sebastián (Lache, 82), Rentero, Joan Rojas, Manrique, Yael, David Navarro (Imanol, 70), Mario Da Costa (Capi, 70), Sergio Navarro (Rayco, 57), Rafa Llorente y Aparicio (Vladys, 57). Suplentes: Josele (ps), Eric Pérez, Josiel, Stitch, Santiago y Edu Llorente.

Goles: 1-0 (min. 55): Alberto González; 2-0 (min, 68): Mier; 2-1 (min 78): Rafa Llorente; 3-1 (min. 90): Cadorini. 

Árbitro: Domínguez Cervantes (colegio andaluz). Amarillas para los locales Mier, Pedro León, Cadete y Cadorini. Por los visitantes solamente Manrique.  

Incidencias: Nueva Condomina. Menos de 10.000 espectadores en las gradas, con la peor entrada hasta la fecha en la 24/25.

Comentario: Hubo silbidos y hubo goles. Hubo lamentos y memoria a corto plazo. Hubo tanto en el mediodía murciano del domingo que, por haber, hubo quien no se creyó lo que sucedió. No se creyeron, algunos, que el partido acabase como lo hizo cuando deseaban que hubiera sido distinto, por eso de mantener el maleficio, de sentirse desgraciados, de no dar alas a una imaginación grana que necesita tanto de los sueños como de los resultados negativos para seguir alimentando su mal fario. Pero no, ante el Alcorcón, no. 

Por eso, en estos partidos sobran las crónicas, sobran las ilusiones, sobran los errores. De esto último, hubo. Como también de las ensoñaciones con las que siguen algunos quitándose las legañas de los ojos cuando ven la tabla y miran por el retrovisor a los que le siguen. Eran malísimos, se oía la pasada semana tras caer ante el filial del Betis. ¿Y ahora? ¿Son tan buenos o es que no tenemos ni idea de fútbol para emitir semejantes teorías? El fútbol, sí, el fútbol nos hace justificar principios que solo se creen cuatro indocumentados que nos los contagian con una superioridad moral insultante. Los que tiene papeles, los que ejecutan y sellan sus documentos en el césped y en el banquillo saben de sobra que se llevan disputadas siete jornadas, que el mundo que falta hasta el final sigue girando y sacando los colores a los filósofos catastrofistas con enunciados alarmantes. Que si otra vez lo mismo, que si el entrenador lo más redondo que ha visto es una nuez, que si los jugadores vienen de vuelta, que si el Murcia debía arrasar por entidad y presupuesto… muchos condicionales cuando realmente interesan las condiciones. 

De ahí que, ganar, tenga más valor de lo posible cuando debe tenerlo, es decir, tres puntos y semana tranquila. El resto no ha comenzado. Ni se asciende ahora ni nos arañamos de importancia cuando aún no se suma ni la quinta parte de competición. Son líderes tras ganar a un ramplón -y joven- equipo madrileño con muchas taras en sus áreas pero con mucho potencial en la sala de máquinas. Vencer tras dos derrotas es una sobredosis que apenas engulle lo que viene, porque lo que llega tiene mejor pinta cuando te sostienes como el faro de la tabla y ves que las nubes no solo te afectan a ti, lo hacen también a quienes les marcas el paso. 

¿Y el partido? Pues regular en el primer acto y solvente en la reanudación. Fran Fernández dio una vuelta más de tuerca al dibujo tratando de asegurar presencia en campo contrario y sacrificio defensivo. Y acertó. Jaso volvió donde nunca debió salir, a un sitio donde cumple y ayuda en la salida de balón. Lo de la banda derecha, con dos laterales, ofreció más recursos en el espacio ofensivo y arrinconó, además, al mejor jugador alfarero, Rafa Llorente, que, aún así, firmó con su gol su presencia en la clase. Sorprende ver cada vez más conjuntados a Moha e Yiriarte y se suplica desde la grada que Juan Carlos Real olvide esos lapsus que le sacan del partido -aunque cuando vuelve dicta lecciones-. Imaginad, y creed, que hasta Cadete pareció otro. ¿La victoria? Previsible tras el primero, tras descerrajar la meta amarilla, tras gustarse en campo contrario, tras crecer a nivel físico pese a los lastres en forma de lesiones que siguen encontrando espacio en el plantel. Confirmar en Huelva lo de hoy, ante el colista, es la siguiente tarea para cumplir. Pero es el Murcia, recordadlo, puede salir a puerta gayola o acongojado. Apuesto por lo primero porque los pitos que ahogan, en Huelva, no serán para los granas.

Ángel García

@__AngelGarcia__

¡Síguenos en nuestro canales!

100% LikesVS
0% Dislikes