Hoy juega el Murcia. Por fin. Cuando se encadenan más de dos resultados adversos las semanas parecen frenarse, los días no pasan, el tiempo se suspende y encharca, no pasa. Cuando se encadenan más de dos resultados adversos las semanas tienen tres o cuatro lunes, más de un martes y el miércoles vuelve a parecer lunes.

Esta tarde jugamos contra el Atlético Sanluqueño, uno de esos equipos de la zona baja que si nos ganara se pondría a tiro de la zona alta. El grupo II de la Primera Federación de esta temporada parece una obra maestra de esa igualdad extrema que desde hace décadas domina la Segunda española, la A y la B, o de esa igualdad que domina el fútbol, en general. Todos los equipos son parecidos, todo está parejo, el detalle manda, la concentración, el 0-0 que se inclina a 1-0 por un rebote; o se convierte en 0-1 por un despiste. El oficio. El orden. El balón parado. El miedo. Todo parece haberse mezclado este año a la perfección en este grupo de Segunda B premium.

Alcorcón, Recreativo, Intercity, incluso Castilla. Casi todos los equipos que la Inteligencia Artificial y expertos pronosticaban que estarían arriba están en puestos de descenso. No decían nada, sin embargo, de Betis o Antequera, ni pronosticadores ni IA. También el Villarreal B estaba ayer abajo, pero ahora está arriba. Y eso es lo que en realidad más miedo da: que todos los que están abajo pueden estar mañana arriba; que todos los de arriba pueden estar mañana abajo. Lo incierto.

“No seguro, dudoso”, dice la RAE que significa incierto. Eso es el fútbol, eso es la Primera Federación, esta versión refinada del fútbol. Y eso es precisamente lo que lo hace tan maravilloso al fútbol, el Reino de lo Incierto. Lo cierto es el trabajo, a las 8 de la mañana del lunes, o el cole; lo cierto es el baloncesto o el tenis, o el desenlace de las comedias románticas. Lo cierto es que las penurias de la vida llegarán, y que el final del camino para todos es el mismo. Lo incierto, en cambio, es el amor, el fútbol, un córner en contra, la Primera Federación. El Murcia.

Del Murcia también se decía que iba a estar arriba, de ahí que sea doble mérito estar arriba. Y lo está a pesar de no saber defender bien los córneres: triple mérito. El Murcia recibe hoy al enemigo perfecto, al rival ideal, a ese que hay que ganar sí o sí y eso, en el Reino de lo Incierto, ya sabemos lo que significa. Significa ojo. Son demasiados años por estas tierras inciertas.

Pero afortunadamente esto no es baloncesto, ni el trabajo o el cole, eso que toca mañana, arriba mucho antes de las 8. Esto es muy incierto. Esto es el Murcia, que hoy juega. Por fin.

 

Oliva

@beandtuit

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