RECREATIVO -0-1-REAL MURCIA

RECREATIVO: Rubén Gálvez, Dani Perejón, Rubén Serrano, Rául Navas. Alberto López (Becken, 69) (Pablo Caballero, 77), Nico. César Moreno (Paolo Romero, 63), David del Pozo,  Alcalde (Cerrudo, 77), Bekkouche (Domínguez, 63) y Armero. Suplentes: Centurión (ps), Álex Gálvez, Keita, Camará, Caye Quintana y David Soto.

REAL MURCIA: Gazzaniga, Jorge Mier, Alberto, Antxón Jaso (Saveljich, 46), Cadete, Moha, Yriarte (Larrea, 77), David Vicente, Toral (Loren Burón, 65), JC Real (Palmberg, 86) y Carrillo (Pedro Benito, 65). Suplentes: Íker Piedra (ps),  Carlos Rojas, Andrés López y Ben Knight.

Árbitro: Montes García-Navas (colegio madrileño). Amarillas para los locales Armero, César Moreno, Raúl Navas, David del Pozo y Cerrudo. Por los granas Antxón Jaso, Cadete, Yriarte, Toral, Loren, Saveljich y Gazzaniga.

Goles: 0-1 (min. 54): Saveljich remata de cabeza una falta lanzada por JC Real.

Incidencias: Nuevo Colombino.  Presencia de seguidores granas en las gradas del municipal onubense.

Comentario: Desde lejos, a diez mil kilómetros de su origen, hacen patria argentina Gazzaniga y Saveljich. En Huelva enarbolaron su respeto a su profesión para sumar tres más al muro desde el que otea el equipo murciano a sus perseguidores en la tabla. Ahí arriba, encaramado, al equipo de Fran Fernández le basta con mostrar profesionalidad, empeño y solvencia. No hay más condimentos en una receta a la que los nervios -en forma de silbidos-, a veces, le quita sabor. Poco más cuando se compite, se evita jugar cuando no se debe y acaricias el reloj sabiendo el truco para hacer las manecillas correr.

Ganar en Huelva tiene más valor de lo que se le supone. Cierto es que el rival languidece, parece dar sus últimos coletazos y esconde su talento entre las dudas institucionales, algo de lo que se sabe mucho en tierras granas. Pero no se le puede restar un gramo siquiera de importancia a un equipo que, a pico a pala, se sostuvo erguido cuando debía y se hizo fuerte -jugando muy juntito- cuando lo requería la ocasión. Y, cuando las cosas parecían torcerse, apareció Gazzaniga en su actuación más estelar desde que viste la camiseta. Es el argentino de esos metas cuya sobriedad confunde, de esos que parecen escribir cartas de amor a desconocidos para recibir visitas, en su área, que desequilibran el peligro, pero siempre a su favor. Siempre será buen anfitrión para ello, tiene pinta y lo refrenda cada jornada. En tierras onubenses, de donde partió Colón para llegar al continente de su país, dio una lección de templanza debajo de su marco de esas que se recordarán con el paso de las jornadas. Los que le acompañaban cumplieron en un concierto arbitral que mediatizó los cambios y puso el alma cogiendo forma en un puño para evitar alguna expulsión.

No está la vida, a estas alturas, para quejarse del resto del sainete. Líderes y dos victorias consecutivas. En ello pensaría un doble pivote que se engrandece cada minuto que bailan juntos. Yriarte y Moha han demostrado ser diferenciales, complementarios en un mundo donde no hay mucho asueto; uno sostiene y roba, el otro agiganta espacios y hace sufrir en campo contrario. Pocos han sido tan talentosos y han tenido las ideas tan claras como estos dos personajes que han encajado en los planes del míster como piezas del puzzle. Su papel, inconmensurable. Ellos fueron claves, también, para mantener al equipo sin pedir oxígeno hasta el descanso.

 Saveljich, otro argentino que parece haber salido de la escena grunge de los 90 en Seattle, se hizo con la plaza de Jaso -con tarjeta al igual que Cadete en un perfil zurdo mermado por el colegiado-. Quiso Esteban marcar para seguir emulando las virtudes de Gardel en su patria, la suya también. Su gol, tras impecable asistencia de JC Real, sirvió para todo; para creer en los puntos, para amasar el ritmo del partido, para cerrar la puerta a los locales y, por desgracia, para darle la puntilla a Abel Gómez, el técnico de los locales y con pasado grana.

Fue, hasta el final, una lección de cordura táctica de los murcianos. Sacaron brillo a la lectura del balón, cuando lo tenían y cuando no, deshaciendo las costuras en el dibujo de un Recreativo al que le costaba diseñar un plan para emerger en busca de las tablas. Fue cuestión de paciencia y de prudencia, solo eso al 60% que dice Fran Fernández. Cuando vayan agregando cifras tiene pinta la cosa que muchos irán a coser las rasgaduras de pitos anteriores amparados en las prisas. Esperemos que este Murcia siga sin huir, que no se disipe en dudas porque en Huelva despejó interrogantes como debe hacer, compitiendo y evitando ensoñaciones. 

Ángel García

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